A principios del siglo XIX en Bélgica, había un niño llamado Adolphe Sax.
A los 2 años, se cayó por la ventana de un edificio de dos pisos y se fracturó el cráneo.
Cuando tenía 6 años, accidentalmente bebió ácido.
Aproximadamente a los 9 años, se cayó por un tramo de escaleras y cayó sobre una estufa en llamas.
Cuando tenía 11 años, contrajo sarampión y estuvo en coma durante 9 días.
A los 14 años, se rompió el brazo y quedó atrapado en la puerta de un carruaje.
Cuando tenía 19 años, un ladrillo cayó justo sobre su cabeza.
Está registrado que también se tragó una aguja.
Cuando tenía 23 años, casi se mata bebiendo vino contaminado.
Sus desventuras no terminaron ahi.
Sufrió quemaduras de pólvora y cáncer de labios, pero a pesar de todo logró vivir durante 79 años.
Murió en la pobreza tras ser declarado en bancarrota tres veces.
Pero Adolphe Sax inventó y nos legó el Saxofón
Fuente: Quora