Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
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Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Séneca

Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Séneca