«Conjuro para Finalizar un Amor», de Irela Perea
Maldito tú, pues conoces las palabras para robarme tranquilidad y cordura, y mantener apresado mi corazón. Y en mi maldición te envío salud para que tu vida sea larga y memoria con que recordarla. Que ni un día falte el pan en tu mesa ni la ternura en tu cama. Que te siga una buena estrella y la fortuna te anide en sus manos. Te enviaré los vientos si el calor te abrasa y te mojaré de lluvia cuando me tengas sed. Te pondré el sol en tus manos si la ausencia te las deja heladas. Y todos los días y sus noches gozarás con el amor verdadero de una buena mujer. Pero yo te maldigo, y con ello me salvo, para que esa mujer nunca sea yo