No es muy dificil atacar las opiniones ajenas pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar como formidable ariete para destruir.
0
No es muy dificil atacar las opiniones ajenas pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar como formidable ariete para destruir.
Jaime Luciano Balmes