Nada hay en el mundo ni hombre ni diablo ni cosa alguna que sea para mí tan sospechosa como el amor pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor.
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Nada hay en el mundo ni hombre ni diablo ni cosa alguna que sea para mí tan sospechosa como el amor pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor.
Umberto Eco