Mi papá es bombero. Un bombero que trabaja duro en una de las estaciones más intensas del país. Siempre supe que él veía cosas malas, pero supongo que siempre pensé que esas «cosas malas» eran casos como un «gato se quedó atrapado en un árbol».
En las mañanas, cuando me estaba preparando para ir a la escuela, regresaba del turno y volvía a casa con donas frescas, y a veces incluso flores para mi mamá. No sucedía todo el tiempo, pero a mi hermano y a mí nos encantaba. Nos regalaba una rosquilla y nos daba un pequeño beso en la frente. Algunas mañanas nos daba un abrazo especialmente largo.
En ese entonces no le dábamos importancia, pero a medida que crecíamos nos dimos cuenta de que esas mañanas de rosquillas y abrazos largos eran los turnos en los que no habían podido salvar a un adolescente, o un abuelo estaba en el hospital después de un accidente grave o un bebé no había logrado llegar a su primer cumpleaños. Ojalá hubiera sabido en ese entonces cuánto mi padre necesitaba esos abrazos. Hoy le doy de sobra.
Bria Lopez
Fuente: Reddit
