Las perezosas células cerebrales solo encienden su luz -inspiración- bajo el látigo de las emociones penosas.
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Las perezosas células cerebrales solo encienden su luz -inspiración- bajo el látigo de las emociones penosas.
Santiago Ramón y Cajal
Las perezosas células cerebrales solo encienden su luz -inspiración- bajo el látigo de las emociones penosas.
Santiago Ramón y Cajal