La esposa de Winston Churchill
Un día la pareja Churchill caminaba por Londres. La gente saludaba y hablaba con el Primer Ministro. En cambio, un barrendero saludó especialmente a la señora de Churchill, Clementine y los dos permanecieron a un lado durante un tiempo en una conversación familiar. Luego Churchill le preguntó a su esposa qué tenía que hablar con un barrendero durante tanto tiempo. ′′Ah… estaba enamorado de mí hace mucho tiempo′′ le respondió.
Churchill molesto le dijo: ′′Mira, si te hubieras casado con él, hoy serías la esposa de un barrendero».
La señora Churchill miró asombrada a su marido y dijo las legendarias palabras:
′′no, cariño, si me hubiera casado con él, hoy sería el primer ministro»