- Sólo hay un rincón del universo en el que puedes estar seguro de mejorar, y ese es tu propio yo.
- El progreso tecnológico sólo nos ha provisto de medios más eficientes para ir hacia atrás.
- Quizás este mundo sea el infierno de otro planeta.
- Aunque se ignoren, los hechos no dejan de existir.
- La experiencia no es lo que te sucede sino lo que haces con lo que te sucede.
- El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.
- Tal vez sólo los genios son verdaderos hombres.
- Todos somos genios hasta los diez años.
- Conocerás la verdad y la verdad te volverá loco.
- La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar.
- Que los hombres no aprendan mucho de las lecciones de la historia es la más importante de todas las lecciones que la historia tiene que enseñar.
- Hay cosas conocidas y hay cosas desconocidas, y en medio están las puertas de la percepción.
- Existen tres clases de inteligencia: la inteligencia humana la inteligencia animal y la inteligencia militar.
- Cada generación piensa que puede ser más inteligente que la anterior.
- En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber.
- Quería cambiar el mundo. Pero he descubierto que lo único que uno puede estar seguro de cambiar es a uno mismo.
- El hombre silencioso no presta testimonio contra sí mismo.
- … la mayoría de hombres y mujeres crecerán para amar su servidumbre y nunca soñarán con la revolución.
- La totalidad esta presente incluso en las piezas rotas.
- Pero no quiero consuelo. Quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad. Yo quiero el pecado.
- Nunca dejes para mañana la diversión que puedes tener hoy.
- Grande es la verdad, pero aún más grande, desde un punto de vista práctico, es el silencio sobre la verdad.
- La experiencia enseña solo lo que se puede enseñar.
- Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.
- Una orgía real nunca excita tanto como un libro pornográfico.
- Si uno es diferente, está destinado a estar solo
- El progreso tecnológico simplemente nos ha proporcionado medios más eficientes para retroceder.
- Uno cree cosas porque ha sido condicionado a creerlas.
- Las palabras pueden ser como los rayos X si se emplean adecuadamente: pasan a través de todo. Las lees y te traspasan. Ésta es una de las cosas que intento enseñar a mis alumnos: a escribir de manera penetrante.
- Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música.
- La memoria de cada hombre es su literatura privada.
- Todo el que quiere hacer el bien a la raza humana siempre termina en la intimidación universal.
- Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
- Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.
- Quiero saber lo que es la pasión -oyó Lenina de sus labios-. Quiero sentir algo con fuerza.
- El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda sin disminuir la felicidad de los demás.
- La felicidad no se logra mediante la búsqueda consciente de la felicidad; generalmente es el subproducto de otras actividades.
- La consistencia es contraria a la naturaleza, contraria a la vida. Las únicas personas completamente consistentes son los muertos.
- Yo soy yo, y desearía no serlo.
- Un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo.
- La felicidad no es nunca grandiosa.
- Viajar es descubrir que todo el mundo está equivocado sobre otros países.
- Todo lo que sucede significa algo; nada de lo que hagas es insignificante
- La magnitud de las cantidades de dinero parece variar en modo notable según hayan de ser pagadas o cobradas.
- Pero yo no quiero la comodidad. Yo quiero a Dios quiero la poesía quiero el verdadero riesgo quiero la libertad quiero la bondad. Quiero el pecado.
- La mayoría de los seres humanos tienen una capacidad casi infinita para dar las cosas por sentado.
- El remordimiento crónico, como todos los moralistas están de acuerdo, es un sentimiento sumamente indeseable. Si te has portado mal, arrepiéntete, haz las enmiendas que puedas y enfócate en la tarea de comportarte mejor la próxima vez. Bajo ninguna circunstancia debes recordar tu maldad. Rodar en el lodo no es la mejor manera de limpiarse.
- Cuanto más siniestros son los deseos de un político más pomposa en general se vuelve la nobleza de su lenguaje.
- El agnosticismo simplemente significa que una persona no dirá que sabe o cree aquello para lo que no tiene bases para sostener que cree.
- Para su perro, todo hombre es Napoleón; de ahí la constante popularidad de los perros.
- La felicidad real siempre parece bastante miserable en comparación con las compensaciones excesivas por la miseria. Y, por supuesto, la estabilidad no es tan espectacular como la inestabilidad. Y estar contento no tiene el glamour de una buena lucha contra la desgracia, nada del pintoresquismo de una lucha contra la tentación, o un derrocamiento fatal por la pasión o la duda. La felicidad nunca es grandiosa.
- Cuanto más poderosa y original sea una mente, más se inclinará hacia la religión de la soledad.
- Que todos los hombres son iguales es una proposición que en tiempos ordinarios ningún individuo en su sano juicio ha dado su consentimiento.
- No es cuestión de olvidar. Lo que uno tiene que aprender es cómo recordar y, sin embargo, liberarse del pasado.
- Es un poco vergonzoso haber estado preocupado por el problema humano toda la vida y descubrir al final que uno no tiene más que ofrecer a modo de consejo que ‘Intenta ser un poco más amable‘.
- El hombre es tan inteligente que se siente impulsado a inventar teorías para dar cuenta de lo que sucede en el mundo. Desafortunadamente, no es lo suficientemente inteligente, en la mayoría de los casos, para encontrar explicaciones correctas. De modo que cuando actúa sobre la base de sus teorías, a menudo se comporta como un lunático.
- A pesar del lenguaje, a pesar de la inteligencia, la intuición y la simpatía, nunca se puede comunicar nada a nadie. La sustancia esencial de cada pensamiento y sentimiento permanece incomunicable, encerrada en la impenetrable cámara acorazada del cuerpo y alma de cada uno. Nuestra vida es una sentencia de confinamiento solitario perpetuo.
Estaremos encantados de escuchar lo que piensas