Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben los que no componen música o pintan para escapar de la locura de la melancolía del terror pánico inherente a la condición humana.
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Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben los que no componen música o pintan para escapar de la locura de la melancolía del terror pánico inherente a la condición humana.
Graham Greene