En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto curábase en ellas de la ignorancia la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
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En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto curábase en ellas de la ignorancia la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
Jacques Benigne Bossuet