Esta conmovedora y elocuente estatua, que no tiene nombre formal, está situada cerca de un pintoresco jardín botánico de la ciudad de Vácrátót (Hungría) . Fue realizada por el escultor húngaro Böjte Horváth István y sirve como recordatorio de los sacrificios realizados durante las 2 Guerras Mundiales. Fue hecha en honor a los habitantes de Vácrátót que murieron en esos dos conflictos.
Presenta a una familia húngara de cuatro miembros con atuendo tradicional, y donde debería estar el padre, vemos un recorte de su silueta. La ausencia.
Al contemplar esa estatua, uno no puede evitar pensar en los millones de hombres -especialmente padres- obligados a abandonar a sus familias para ir a guerras decididas en un escritorio por hombres que no arriesgaron o arriesgan su vida. Tantas guerras inútiles, como la última entre Ucrania y Rusia, con personas que luchan en conflictos que no iniciaron contra gente que no conocen con el solo propósito de matarse entre ellos.
No se puedo evitar pensar en los niños y niñas que crecerán sin padre o con un padre tan dañado por lo que vio, sufrió e hizo que será una sombra de lo que fue.
No puedo evitar pensar en todas las esposas que tendrán que criar solas a sus hijos y en todas las mujeres que tendrán que recoger los pedazos de sus hogares y rehacer la sociedad cuando la guerra llegue a su fin.
¿Y con qué fin?
Publicado en emotionyou.com