El diálogo basado en sólidas leyes morales facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida de toda vida humana. Por ello el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad.
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El diálogo basado en sólidas leyes morales facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida de toda vida humana. Por ello el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad.
Juan Pablo II