Dios crea cada margarita separadamente pero nunca se cansa de crearlas. Puede ser que Él tenga el apetito eterno de la infancia. Porque nosotros hemos pecado y envejecemos pero nuestro Padre es más joven que nosotros.
0
Dios crea cada margarita separadamente pero nunca se cansa de crearlas. Puede ser que Él tenga el apetito eterno de la infancia. Porque nosotros hemos pecado y envejecemos pero nuestro Padre es más joven que nosotros.
Gilbert Keith Chesterton