El tren no pasa una vez en tu vida, pasa todos los días, a cualquier hora, en cualquier lugar. Sólo tienes que subirte a él cuando decidas cambiar de destino.
Dejemos de un lado WhatsApp,
los emoticones, tomemos un café,
hagamos algo real... Dame un beso que no sea por
emojis, caminemos juntos,
hablemos sin horarios, sin
estar pendientes del celular.