Disfruta de cada conversación, cada abrazo, cada beso. Detén el ritmo. Disfruta de verdad. La felicidad se esconde detrás de cada pequeño acto de amor.
Ella le dio una libertad a la que él no estaba acostumbrado, y le permitió
irse tan lejos como quisiera,
y la consecuencia fue que él siempre eligiera sus brazos
como destino preferido.
El amor no entiende de
tiempo. Cuando llega,
llega, no importa que
conozcas a esa persona
desde hace cinco años o de
sólo un simple cruce de
miradas. Porque el amor es
algo tan poderoso que
escapa al control del
tiempo, simplemente porque
es algo que no se puede
medir con nada.