La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.

La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo. Juan Pablo II

La vocación del cristiano es la santidad en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud en la plenitud del verano de la edad madura y después también en el otoño y en el invierno de la vejez y por último en la hora de la muerte.

La vocación del cristiano es la santidad en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud en la plenitud del verano de la edad madura y después también en el otoño y en el invierno de la vejez y por último en la hora de la muerte. Juan Pablo II

¡La Iglesia de hoy no necesita «cristianos a tiempo parcial» sino cristianos de una pieza!

¡La Iglesia de hoy no necesita "cristianos a tiempo parcial" sino cristianos de una pieza! Juan Pablo II

Si nos alejamos de Dios ¿quién nos garantiza que un día un poder humano no reivindique de nuevo el derecho a decidir qué vida humana vale y cuál no vale?

Si nos alejamos de Dios ¿quién nos garantiza que un día un poder humano no reivindique de nuevo el derecho a decidir qué vida humana vale y cuál no vale? Juan Pablo II

Oportunidad

Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso.

Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso. Juan Pablo II

En realidad todas las cosas todos los acontecimientos para quien sabe leerlos con profundidad encierran un mensaje que en definitiva remite a Dios.

En realidad todas las cosas todos los acontecimientos para quien sabe leerlos con profundidad encierran un mensaje que en definitiva remite a Dios. Juan Pablo II

Solamente el hombre religioso es siempre el mismo. Porque su Dios no cambia.

Solamente el hombre religioso es siempre el mismo. Porque su Dios no cambia. Joseph Joubert

Dios es para los hombres y la religión para las mujeres.

Dios es para los hombres y la religión para las mujeres. Joseph Conrad

Sinceramente creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos.

Sinceramente creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos. José Saramago

No creo en Dios no lo necesito y además soy buena persona.

No creo en Dios no lo necesito y además soy buena persona. José Saramago