- No hay necesidad de construir un laberinto cuando todo el universo es uno.
No he cultivado mi fama, que será efímera.
No puedo caminar por los suburbios en la soledad de la noche sin pensar que la noche nos agrada porque suprime los detalles ociosos, tal como lo hace nuestra memoria.
No puedo dormir a menos que esté rodeado de libros.
No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.
No tengo forma de saber si los eventos que estoy a punto de narrar son efectos o causas.
No hay una sola cosa en el mundo que no sea misteriosa, pero ese misterio es más evidente en algunas cosas que en otras: en el mar, en el color amarillo, en los ojos de los ancianos y en la música.
No juzgues al árbol por sus frutos ni al hombre por sus obras; pueden ser peores o mejores.
Olvidamos que todos somos hombres muertos que estamos conversando con hombres muertos.
Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.
Para mí, la belleza es una sensación física, algo que sentimos con todo nuestro cuerpo. No es el resultado del juicio. No llegamos a eso por medio de reglas. O sentimos la belleza o no.
Cada persona que pasa por nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de
nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no
habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es prueba
evidente de que dos almas no se encuentran por casualidadPensé que un hombre puede ser un enemigo de otros hombres, de los momentos de otros hombres, pero no de un país: no de luciérnagas, palabras, jardines, chorros de agua, puestas de sol…
Pensó que la rosa se encontraría en su propia eternidad y no en sus palabras; y que podemos mencionar o aludir a algo, pero no expresarlo.
Personalmente, soy un lector hedonista; Nunca he leído un libro simplemente porque era antiguo. Leo libros por las emociones estéticas que me ofrecen e ignoro los comentarios y las críticas.
Pienso que leer un libro no es menos una experiencia que viajar o enamorarme.
Preveo que el hombre se resignará cada día a nuevas abominaciones, y pronto solo quedarán bandidos y soldados.
Puedes ganar el deseo de tu corazón, pero al final eres engañado por la muerte.
Puedo darte mi soledad, mi oscuridad, el hambre de mi corazón, estoy tratando de sobornarte con incertidumbre, con peligro, con derrota.
Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?
Que el Cielo exista, incluso si mi lugar es el Infierno.
Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.
Quien emprenda alguna empresa atroz debería actuar como si ya se hubiera logrado imponer a sí mismo un futuro tan irrevocable como el pasado.
Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.
Romper el dinero es una impiedad, como tirar el pan…
